El objeto más preciado del funeral de Isabel II: vale 4,5 millones de euros

El funeral de Isabel II ha sido el acontecimiento del siglo, con una mirada al siglo XX se ha visto el final de una era acompañado de un objeto que vale 4,5 millones de euros. El féretro de Isabel II ha ido acompañado de 4 objetos que son el símbolo de una monarquía que no tiene rival. La casa real británica entierra a su reina y al pasado, a esa gloría de un imperio que hemos podido ver acompañar un ataúd forrado en plomo, en ese cortejo iba incluida la corona de la reina que vale por sí sola 4,5 millones de euros.

Este es el objeto más preciado del funeral de Isabel II valorado en 4,5 millones de euros

La máxima representación de una monarquía imperial como la británica se ha marchado para siempre en un funeral de estado que ha dejado al mundo con la boca abierta. Isabel II lo tenía todo preparado, será enterrada en la más estricta intimidad. Su cuerpo reposa ya para siempre en un ataúd forrado de plomo, ella solo se ha llevado al otro mundo, el anillo de casada y los pendientes que le regaló su padre.

Ha dejado fuera del ataúd para que todo el mundo sea consciente de su grandeza los objetos que marcaron su reinado. Uno de los más espectaculares es la corona, una pieza creada en 1937 para su padre el rey Jorge y adaptada a su coronación en 1952. Está hecha con 273 perlas, 17 zafiros, 11 esmeraldas, 5 rubíes y 2.868 diamantes.

Se estima que su precio sea de 4,5 millones de euros, solo por los materiales, más el valor histórico que posee. En esa corona hay incrustado el rubí del Príncipe Negro, el zafiro de San Eduardo y el diamante Cullinan II, piezas que son ya por sí solas piedras preciosas con un valor enorme.

La orbe de soberana le fue entregada en su coronación y es una pieza con mucho simbolismo que data del año 1661. Es una esfera de oro hueca que está decorada una cruz de joyas engarzada que simboliza el valioso papel de la reina en la Iglesia. El cetro de la cruz lleva también un famoso diamante en el centro el Cullinan I, que ha generado la admiración entre su pueblo.

El cetro lo llevaba la reina en su mano derecha y es el símbolo de su poder. Es una vara de oro de 92 centímetros, adornada con piedras preciosas. Su diamante es el segundo más grande del mundo, toda una pieza hecha con unas piedras preciosas que son realmente impresionantes en todos los sentidos.